Un buen truco para secar tus zapatos empapados consiste en rellenarlos con papel para que absorban el agua y la humedad. Reemplaza el papel cuantas veces sea necesario. Necesitarás al menos dos días para ello. No acerques los zapatos mojados a ninguna fuente de calor para acelerar el proceso ya que podrían encoger, deformarse o agrietarse.